miércoles, abril 02, 2008

1 y 2 ó 2 y 1

Hace unos días puse un post donde comento que pretenderé inmortalizar mis recuerdos en este ridículo espacio (y digo ridículo haciendo referencia al tamaño). Bien, ahora empiezo:

No sé exactamente cúal es mi primer recuerdo dado que no sé que sucedio primero, tengo que preguntarle a mis papás en base a la laika, los enlistaré según mi cronología del tiempo:
  1. Recuerdome jugando en mi triciclo, un triciclo bien shingón, de esos que el peldaño trasero era un poco estilizado y parecia como las alas traseras de un avión, en el patio de la casa de mi abuela (donde viví de los 2 a los 16 años), mi mamá tendiendo la ropa, yo jugaba a dar vueltas del portón a la sobra del amate, un poco más abajo estaba una camioneta pick-up amarilla y en ella amarrada la perra, laika, a mi hermana no la recuerdo jugando conmigo tal vez estaba muy pequeña o estaba durmiendo, mi papá seguramten trabajando en el taxi y podría jurar que mi abuelita estaba en al cocina, era un día soleado, pero muy rico a la sobra de los arboles de la casa de mi abuela.
  2. Recuerdome jugando en los juegos del kinder, en el kinder de Tomatal, el kinder que está casi enfrente de la casa de tía Diaria (aka el del centro), jugando con mi amigo Chuchin (Jesús Delfino González), y mi amigo Riquis (Enrique, nieto de Don Chano) en el mundo (un juego con forma de esfera que en centro tenía un volante con el cúal podías tomar impulso) y no sé como shingados Chuchin metio el pie en la parte de abajo, entre el tuvo (estático) y la plataforma de la esfera y ví claramente como su pie dentro de un zapatito negro con agujeta se le doblaba, cómo el tobillo se doblaba como si fuera a romperse, recuerdo que Chuchin gritó, llego la maestra y se lo llevo, afortunadamente no paso que lamentar.
Quiero hacer notar que que shingón es ser niño, mis dos primeros recuerdos son de cuando jugaba.
Después platicaré de Chuchin y Riquis, más de Chuchin, es una amigo que hasta la fecha frecuento, digo de la gente que vive en El Tomatal se sigue frecuentando, en la iglesia, al comprar el pan, en la combi, en la calle, al vivir ahí simplemente.



Este recuerdo que ansia volver
me lleva a sentir las pasiones de ayer,
extraño el bosque, la selva, el mar,
humanas razones para llorar.
Quisiera ser niño para jugar entre las olas
y en ellas nadar,
quisieras ser un ángel para volar,
quisiera ser niño para jugar...
Decadencia.
El Gran Silencio.

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