Te ví llegar (Tres lugares)

Te ví llegar (A mi habitación).

Te ví llegar,
pero no te he visto partir,
sigues aquí, en mi mente,
en mis manos, en mi piel,
en mi abdomen, piernas y brazos,
en mis sueños, en mi almohada,
con tu aroma, con tus palabras,
tus letras y con esa mirada
por encima de tus lentes,
esa mirada llenada de ternura
sin protección alguna.
Eran sólo tu alma y la mía.


Te ví llegar (Al café).

Fue en aquella mesa
de este mismo café
a donde te ví llegar,
donde te ví reir,
donde ví tu mirada,
aunque sólo tú me viste a través
del cristal de tus lentes
pero yo pude apreciar esa mirada
por encima de ellos.
Y es aquí, a ésta mesa donde vengo
todas las noches para verte llegar
pero nunca es así.
No sé si volveras,
pero estaré aquí
Sentado como hoy,
pensando en tí.

Te ví llegar (desde la calle).

Hoy no sé donde estás,
ni como te llamas,
ni a donde vas, con quien vas,
si hay alguien que te cuide
o te acompañas de la soledad.
Si ese de ahí alguna vez te vio
caminar o tomar un café en este lugar.
Si tienes buena dicción al hablar
mientras mueves las manos.
Si cruzas la pierna al sentarte
o prefieres estar parada en toda reunión.
Sí tu cuarto tiene alguna ventana
que te deje ver el cielo,
o que abres para ver la lluvia.
Sí algún día me podrás ver desde ahí.
Sí algún día me veras llegar como yo te ví.

Vladimir Aguirre Piedragil.