miércoles, julio 05, 2006

Estela

Te veo todos los días llegar,
incluso llego temprano
para poder verte entrar,
recorrer el pasillo,
menear tus amplias caderas,
acomodarte la ropa,
acomodar tu silla,
sentarte frente a tu escritorio
y ver como respiras con los ojos cerrados
mientras recuerdas a tu familia.

Me estoy enamorando de tus posturas,
cuando lees tu agenda presionando tu sien con el índice,
cuando ves de manera disimulada el teclado al escribir,
pensé que lo ojos azules eran mis favoritos,
lo hubiera jurado,
pero esos ojos verdes
producen en mí múltiples visiones,
con besos entre suaves susurros de amor.

Me encantas cuando vienes con el cabello suelto,
cuando lo traes amarrado arriba de tu cabeza,
pero me encantas más cuando no te peinas
y llegas a tu lugar a peinarte,
tomando tu cabellos con ambas manos,
con la mirada perdida tratando de controlar
cada cabello con la mente,
proyectando tus senos al infinito más dulce
y mas distante que pudiese imaginar cualquiera.

Me encanta verte todo el día,
con la idea de que nadie te observa
y te sientes segura detrás del pilar,
quisiera ser algún pedazo de fruta de tu desayuno,
quisiera ser aquel por cual te vas puntual,
quisiera ser ese pilar para protegerte de todos
incluso de mí y de mis fantasías.

Escribo éstas líneas que nunca leerás
mientras canto una canción con tu nombre
en cada verso del estribillo.
Vladimir Aguirre Piedragil.

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