Y Al Final

Todo puede cambiar en tan sólo un segundo y puedes sentir la mano gigante de Dios en tu corazón... y de repente vamos volando alto, llenos de ilusiones, con lagrimas de genuina felicidad en los ojos, con las alas más bellas y mas fuerte que nunca.

Y tenía mucho tiempo que no te oía así, y através de la línea teléfonica digital pude ver tu cara y tu sonrisa, porque te conozco y porque sin decirmelo sabía cuanto lo querias (cuanto lo queriamos muchos más). Una nueva llama en el corazón de ésta familia, y no sé cuando nos convertimos en la misma familia, cuando nos comenzamos a tratar como hermanos; varias cosas las he aprendido en ésta familia, aquí también aprendí a vivir y hoy estamos vivos de nuevo. Y al final volvemos a sonreir.