La noche que mis piernas dejaron de ser un punto erógeno.

Era un sábado de verano del 2004. Casa de Iris.
Vlad: Salgamos, vayamos a bailar.
Iris: No, no tengo ganas.
El aire dentro de las cuatro paredes de su cuarto empezaba a ser escaso para mí y mi vida andariega.
Vlad: Anda, sólo un rato.
Iris: No, si van a estar tus amigos si quieres ve con ellos.
Vlad: Me quedo otro rato aquí y después voy.
Estaba todo bien, pero en la calle respiro más agusto.
Se vino encima una platica muy profunda a cerca de nuestros sentimientos y el concepto de amor para ambos.
Después algo de contacto físico. Entre en un estado de conciencia beta.
Se dieron las 00:30 de la mañana. Me despedí. Salí camino a canta barra.
Encontre a Lau con un grupo de amigas en ese lugar sin saber lo que ocurriría. Mi estado de conciencia continuaba en el mismo nivel.
Me presento con ellas, no recuerdo la cara de todas ni sus nombres, mi cabeza seguia en aquellas cuatro paredes.
Me apodere de un lugar comodo, dispuesto a tomarme una cerveza, o tal vez dos o tres.
Estaba tranquilamente tomandome mi cerveza para continuar en el estado de concienca beta cuando llega la chica M en frente de mí. Desliza delicadamente los dedos de su mano derecha sobre mi pierna izquerda.
Chica M: Hola. ¿Estudias o trabajas?
Quede un poco aturdido y sin palabras. Había perdido en tan sólo tres segundos el estado de conciencia que tenía.
Vlad: mmmm, mgm, trabajo en el DF.
Me levante, fui de llorón con Lau, me trate de esconder detrás de ella. Lau me regreso a mi lugar.
Pasaron otros cuantos minutos, seguia aturdido. Fue como cuando dormido te caes de la cama, despiertas, te das cuenta que estás en el piso pero no reaccionas, te quedas ahí tratando de recordar lo que estabas soñando.
Otra vez sentí sus dedos en mi pierna, que la recorrian casi de mi rodilla hasta el fondo de la bolsa de mi pantanlón donde estaba mi celular.
Chica M: ¿Y aquí en Iguala por donde vives?
Vlad: mmmm, mgm, en Tomatal.
Siempre que me preguntan contesto Tomatoes City, en ese momento no tuve la lucidez suficiente para recordarlo o decirlo.

Mis piernas desde entonces no son las mismas, inclusive creo que desparecio un lunar que tenia en la parte externa.
Espero pronto recuperar esa sensibilidad.