Adiós odio

La vida me ha enseñado bastante en los últimos tres años.... entre ellas que nada nos pertenece, nada, ni las cosas ni las personas, ni las aves ni el azul de cielo... algunos se atreven a decir que sólo nuestro cuerpo, pero este de momento se cansa y deja de respondernos.
Algunos no podemos desprendernos de las personas o de las cosas... en estos días mi abuela ha estado enferma, hoy que he comprendido que tiene que partir ha mostrado mejoría, hoy apretó mi mano cuando le hable, respondo mi caricia.
Doy gracias a Dios por la oportunidad que nos está dejando ver de llevar a Tomatal a mi abuela. Creo que surtió efecto el hecho de habernos reunido y pedido por ella. Ansió poder verla en su casa y despedirla ahí.
Ese día en misa el cura hablo de los que fueron testigos de la vida de Jesús, yo he sido testigo de una vida hermosa, de una vida llena de amor y de lucha, de una vida que inspira a que nos amemos los unos a los otros.
Creo que Dios no quiere que estemos 7 o 14 horas de la semana en la iglesia, sino todas las horas demostrando y dando amor, mi abuela así lo hizo, nunca mostró odio incluso con la gente que amenazó a los suyos, incluso a aquellos que juraron arrebatarle la vida a alguno de sus hijos.
Siempre lucho por ella, por los suyos y por lo débiles, por lo que tenían menos. Siempre estuvo al pie del volcán. Recuerdo cuando tuvo el problema de la demandas mi tía Yola, mi abuela rezaba diario por ella, en la tarde se sentaba frente a su Cristo a pedir por ella. Hoy puedo jurar que pide por nosotros, por que estemos sanos, unidos y en paz.
Doy gracias por haber sido testigo de una vida tan maravillosa.
Eso me da aliento para pedirle a Dios retire el odio de mi corazón, que me la fuerza para hacer algo por mi abuela, pensé nunca abrazar de nuevo a mi tío Cuhautemoc y el domingo pasado sucedió, sólo sé que mi abuela quiero eso, y por eso lo hago, no es hipocresía, es la fuerza y el ejemplo que ha dado mi abuela para amar y perdonar y sobre todo el deseo de mi corazón y mente de cumplir los deseos de mi abuela.
El domingo la hermana mayor dijo que hubo muchos malos entendidos, yo nunca entendí nada en aquellos días... hoy lo sé.... la maldita envidia de cuando somos adultos, un adulto tío reclamaba a mi abuela que todo era para su nieto Vladimir... no era así, ella entregaba todo a todos y cada uno de sus nietos... mientras tanto su hijo y yo nos decíamos y sentíamos hermanos... para nosotros no había diferencias, para los adultos si.
Muchas cosas están rotas y nunca más se volverán a ser iguales... pero pretendo cumplir el deseo de mi abuela, si he de buscar la forma de reunir a todos para pedir por ella para llevarla a Tomatal, encontraré la forma, si he de pedirles a todos que se tomen de las manos, se los pediré, si he de pedir que nos perdonemos pondré el ejemplo... haré lo posible para que de mi corazón desaparezca el odio por bien mío, que aparezca el perdón lo haré por mi abuela.
Por mi abuela haré todo lo que este en mis manos... hoy, aquí y después de su partida.