jueves, octubre 13, 2005

Fragmentos de mi soledad

I

Todo el tiempo
no me basta para olvidarte,
no encuentro como salir de este camino
no se si es mi destino,
quisiera poder abandonarte
y dejar de sentirme abandonado.

Dicen que se hace camino al andar,
también que todo ya está escrito
que sólo es cuestión de recordar,
pero no recuerdo quíen era yo antes de ti,
no encuentro las pistas para poder regresar,
me ha dejado perdido tu amor bendito.

No pretendo olvidarte
ni aquellos momentos que me sentí vivo,
quiero matar la esperanza
de recibir alguna llamada con tu voz
y simplemente dejar de esperarte,
ya no estar aquí, haberme ido,
encontrarme muy lejos en la distacia,
poderme apartar de vos.

Quisiera poder correr como caballo salvaje,
correr hasta sentirme libre,
libre de ti, de mi más desgastada versión,
subir al tren de alguien más sin pagar peaje,
que me lleve hasta la cumbre
y no bajar nunca más en alguna estación.

II

Nadie me basta,
tú ya no estás,
no hay respuesta,
siento no volveras.

No se por donde empezar,
siento frio en la espalda,
creo que no lo puedo remediar,
qué es una alma desquebrajada.

Quisiera estar del otro lado,
para ver tus verdaderos colores,
saber por que no soy tu amado,
entender lo que dicen tus canciones.

Por qué no nos pudimos detener,
por qué quisimos correr
hoy ya no me puedo contener
se que no hay nada que hacer.

III

Ya no puedo estar aquí
liberame de ti
ya no hay nada aquí
alejame de ti
no puedo fingir
liberame de mí
hoy ya me voy a ir
alejame de mí.

Ya no estoy aquí
aun así me quiero ir
tomar el camino otra vez
caminar y hallar lo que fue.

Es algo que no puedes sentir
es algo que no puedes saber
esto no ha acabado aquí
esto va más allá del doler.

IV

Gracias a Dios por dejarme ver todos esos colores,
por haberme dejado en la socuridad
para poder apreciar todos sus colores,
sus verdaderos colores.

Dime que puedo hacer
para remediarlo
Sabes que no quiero perder
quiero recuperarlo.
Yo no lo mate.

V

Extraño tu olor a sexo ó el olor de tu sexo ó no se,
pero extraño ese olor de entre nuestros cuerpos.

VI

Siempre he temido a esa abundancia,
a esa mandera desmesurada de entregarme
y entregarte todo cuanto tengo
porque al final me quedo solo, extrañando
esa minúscula parte de mi que me has arrancado
una y otra vez sin importar lo que suceda.

Vladimir Aguirre Piedragil.
Escritos entre marzo y julio del 2005

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la soledad es buena para visitarla pero no para quedarse...aveces es facil encontrarla pero dificil salir de ella..lo que si se es que no se olvida solo se recuerda...besos jeisu.

Anónimo dijo...

muxaxo, la neta es que no se que decirte, siempre te lo he dicho y te lo reitero, "ERES TODO UN ESTUXE DE MONERIAS", me encantas, gracias por compartir conmigo todos tus blogs, tus poemas, tus locuras. Besos...

Unknown dijo...

Gracias M@f@ld@, y pues copn gusto comparto todo lo que hay dentro mì.